"Las reglas del juego", el caos de los deseos bajo la máscara social según Jean Renoir

Quizás las mejores películas sean aquellas que nunca encajan del todo en el molde de un "clásico". La regla del juego (1939), la maldita obra maestra de Jean Renoir, vilipendiada tras su estreno y ampliamente rehabilitada desde entonces, es una de ellas: vertiginosa, experimental, indomable, demasiado viva como para quedar grabada en piedra. Es una de las cumbres de la historia del cine, compitiendo por el título de mejor película francesa, en particular con Los niños del paraíso (1945) de Marcel Carné, de la que representa la alternativa nocturna, mordaz, lúcida e inflexible.
Ochenta y seis años después, Las Reglas del Juego sigue siendo un torbellino brillante, manteniendo una relación vertiginosa con su propio presente, el de la guerra inminente, ya latente en la sociedad de 1939. Ediciones Rimini ofrece la oportunidad de regresar a ella, publicando una espléndida colección de colección en torno a la película, presentada en su última restauración, realizada en 2021.
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Le Monde